Proyectos hackers
Al hilo de los últimos correos que nos estamos escribiendo entre monoD y otros profesionales, personas, colectivos están surgiendo muchas ideas alrededor del concepto hacker. Y es que la cultura del hacker es algo que a día de hoy está siendo la gran luz al final del oscuro tunel, y esto se debe a varios factores:
_precarización alargada y profunda del mundo laboral, y entre ellos los ámbitos relacionados con lo social, cultural y educacional, como ámbitos heridos de gravedad.
_redes basadas en procesos 2.0 y al calor de lo que últimamente (los últimos diez años) ha ocurrido con el creative commons, copyleft, cultura libre…etcétera.
_conciencia crítica de nuestra posición en las ciudades, en línea con los acontecimientos surgidos en las plazas de este país y en las de otros (Egipto, Islandia, Grecia, NYC) que hasta ahora parecía tan lejanos, como nos parecía que estaba bostwana y la caza del elefante.
Estos tres factores protagonistas, entre otros ampliamente diagnosticados durante los últimos años, son a nuestro parecer los que nos han influido a la hora de decidirnos por ampliar y desarrollar proyectos basados en la metodología participativa. Y así es como, la participación en las transformaciones urbanas es sólo el principio de una serie de acciones ciudadanas, que en último término tiene que tender hacia la creación conjunta de procesos abiertos, inclusivos y centrados en la ciudadanía como sujeto activo.
Un sujeto activo que más allá de proponer o incluirse en determinadas acciones coordinadas, consigue formarse y aprender de procesos que le lleven a intercambiar, colaborar y construir con otros. Activar, desde las herramientas que trabajamos y desarrollamos como monoD, procesos que hackean la realidad urbana nos motiva como equipo y nos ayuda a aprender de manera continua como mejorar la incidencia de la ciudadanía en la ciudad.